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El Cortijo Jurado es una hacienda situada en Málaga que destaca por su historia pero, sobre todo, por las leyendas que circulan a su alrededor, relacionadas con la actividad paranormal. A continuación te contamos la historia real de esta mansión, así como las historias que circulan a su alrededor y la envuelven en un ambiente cuanto menos inquietante.
Este cortijo malagueño se construyó hacia el año 1830, es decir, hace casi 200 años y se concebía tanto como espacio de recreo como de explotación agraria. La familia propietaria eran los Heredia, de quiénes pasaría a los Larios, después a los Quesada, a los Vega Jurado (quienes le dan nombre en la actualidad) y, por último, fue adquirida por el Grupo Mirador y Promociones Pantie.
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A día de hoy no se encuentra habitada, ya que todos los proyectos de convertirla en hotel, remodelarla o venderla han fracasado. ¿Tendrá esto algo que ver con las leyendas que la rodean?
Desde sus inicios, se trata de una construcción ecléctica con rasgos góticos, lo que ya lo rodea de un aspecto de misticismo. Su remodelación en 2014 daba un aire más nuevo y moderno, menos tétrico, al Cortijo, pero desde entonces se ha ido deteriorando y su apariencia a día de hoy es de abandono, lo que incrementa las historias a su alrededor.
No se trata en realidad de una sola leyenda, sino que este cortijo ha vivido distintos sucesos que se han catalogado de paranormales y que son, como mínimo, inquietantes.
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Lo que no es una leyenda es que, ante todas estas especulaciones, muchas personas acudieron al cortijo y las visitas terminaron con un trágico suceso: un chico cayó a un pozo y se lesionó de por vida. Después, Netflix terminó por publicar su propio documental sobre el lugar. A día de hoy, su acceso está cerrado y vigilado por cámaras de seguridad para evitar a los curiosos.
En definitiva, parece que las historias de muertes y fantasmas rodean este lugar y lo han condenado al abandono y la leyenda, en lugar de añadir nuevas familias y habitantes a su historia. En 2019 salió a la venta por 12,4 millones de euros, pero aún está por ver cuál es el futuro de la construcción y sus terrenos colindantes.