Colaboradora de Indomio.es/news
El mundo está lleno de construcciones un poco locas. Hay casas flotantes, casas en forma de concha, casas esféricas y cúbicas… En Toronto, sin embargo, hay una casa muy inusual: es una casa por la mitad.
No estamos utilizando frases hechas ni metáforas: la casa en cuestión se ha partido realmente por la mitad. Conozcamos la historia de lo que se ha convertido en una atracción imprescindible de Toronto.
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Entre 1890 y 1893, se construyeron preciosas casas adosadas de estilo victoriano en el corazón de Toronto. Optaron por una numeración particular: 52 ½ , 54, 54 ½ , 56, 58 y 60. Estas medias casas eran un presagio de lo que vendría años más tarde, pero nadie lo sabía aún.
En aquella época, esta zona de Toronto estaba sumida en la pobreza y la ruina. Sin embargo, con el paso de los años, como ocurre en muchas zonas céntricas de las grandes ciudades, el barrio se fue reurbanizando poco a poco. Los inquilinos de los adosados empezaron a vender, empujados por las agencias inmobiliarias de la zona.
El Sr. y la Sra. Valkos, que vivían en el número 54 ½, se negaron obstinadamente a vender su casa. Al principio, esta oposición creó bastantes problemas, porque el plan general de construcción preveía demoler los edificios por completo. Entonces se decidió proceder, dejando en pie únicamente la casa de la familia Valkos, que entretanto había sido legada a su hija Emily. La demolición fue una operación delicada y peligrosa, pero al final tuvo éxito.
Y así es como aún hoy, en las calles de Toronto, puede verse esta singular casa partida por la mitad.
Para los curiosos que quieran viajar al extranjero para ver esta extraña construcción con sus propios ojos, he aquí algunas coordenadas: la casa se encuentra en la calle Saint Patrick, en el número 54 ½. El nombre original de la calle era Dummer Street, que se cambió paralelamente a la reurbanización.
Hoy en día el barrio de la casa partida por la mitad, Downtown Toronto, es el centro de negocios de la ciudad, la zona con mayor número de rascacielos y sede de edificios tan importantes como la Galería de Arte de Ontario, el Museo Real de Ontario y el Salón de la Fama del Hockey. La época de las casas adosadas victorianas de Dummer Street parece estar a años luz de este centro moderno y acomodado.
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Toronto es una ciudad rica en diseños arquitectónicos singulares, y no sólo existe la casa partida en la mitad, que es una peculiaridad totalmente aleatoria. De hecho, en la zona de Northcliff Village se encuentra la que se considera la primera casa más pequeña del mundo. Construida en un terreno que era una entrada para aparcar coches, el Sr. Weeden decidió en su lugar construir una vivienda para él y su familia.
En el barrio de Leslieville, por otra parte, hay una casa decorada de una forma única: la propietaria expone en las paredes y en el jardín toda su colección de muñecas y peluches que colecciona desde hace más de 20 años.
Por último, hasta hace unos años, Toronto también albergaba una casa cúbica diseñada por dos arquitectos inspirados en un movimiento arquitectónico holandés; por desgracia, la estructura fue demolida hace unos años.
*Imagen de portada – Credits to @naturalandconventionalsigns