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Colaboradora de Indomio.es/news
Suspendido entre el cielo y el mar de la hermosa Costa Azul, el Palais Bulles, también conocido como el «Palacio Burbuja», es un símbolo de arquitectura surrealista y visionaria que ha captado la imaginación de generaciones de artistas, diseñadores y viajeros.
Este extraordinario complejo residencial no es sólo un hogar; es un icono de excentricidad, estilo y creatividad que acogió durante años los eventos y entretenimientos del visionario diseñador de moda Pierre Cardin.
Descubrimos más sobre el Palais Bulles.
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Con vistas a la bahía de Cannes y enclavada entre las majestuosas montañas Esterel, esta extraordinaria mansión en las colinas de Théoule-sur-Mer ofrece una impresionante vista del mar.
Sus tonos rosados, que recuerdan a la tierra, le permiten fundirse armoniosamente con las cercanas Calanques rojas de la Costa Azul.
Concebida por el arquitecto húngaro Antti Lovag, esta creación única se terminó en 1975, tras 14 años de impresionante trabajo. En 1991, el famoso diseñador de moda Pierre Cardin adquirió la propiedad, transformándola en escenario de eventos y momentos inolvidables para él y sus invitados.
El Palais Bulles, o «Palacio Burbuja», se llama así por sus formas sinuosas. De hecho, el edificio parece representar muchas burbujas de diferentes tamaños, y no sólo en su estructura exterior: todo parece adoptar una forma esférica, desde las paredes interiores hasta los ojos de buey, que dejan entrar la luz del sol, creando juegos de luces y sombras realmente sugerentes. Incluso el mobiliario interior, como televisores, chucherías y cojines, recuerda las formas sinuosas de los muros.
El Palais Bulles tiene una superficie de 1.200 metros cuadrados y en su interior hay nada menos que 29 habitaciones independientes. Entre ellas, 10 lujosas habitaciones, cada una de las cuales es una obra de arte única gracias a la creatividad de artistas de la talla de Jerome Tisserand, Patrice Breteau y François Chauvin.
Con un total de 11 cuartos de baño, la villa garantiza comodidad e intimidad a sus invitados en todo momento. Además de su extraordinario interior, el Palais Bulles cuenta con un auditorio al aire libre con capacidad para 500 personas. En el exterior, la singular disposición deja espacio para varias piscinas y cascadas que conectan las elegantes zonas acuáticas.
Esta estructura se funde armoniosamente con la naturaleza que la rodea, ofreciendo una experiencia sin igual a quienes tienen el privilegio de cruzar sus puertas.
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El Palais Bulles ha atraído la atención del público y de los inversores desde que se puso a la venta en 2017, con un precio de 420 millones de dólares. Sin embargo, a pesar de su prestigio y belleza atemporal, hasta la fecha aún no ha encontrado comprador.
Tras el fallecimiento de Pierre Cardin en diciembre de 2020, han surgido rumores y propuestas sobre el futuro de esta icónica residencia. Algunos sugieren abrir las puertas del Palais Bulles al público, permitiendo a visitantes y entusiastas sumergirse en el arte y la visión de Cardin. Otros proponen transformar la residencia en un espacio dedicado a los artistas, ofreciendo un lugar de residencia y creación a los talentos emergentes.
Cristiano Raimondi, conservador del Nuevo Museo Nacional de Mónaco, ha expresado su convicción de que el Palais Bulles es algo más que una mansión: es una obra de arte en sí misma que merece ser conservada y valorizada.
Raimondi propuso recientemente transformarlo en un hito cultural incluyendo una parte museística dedicada a la historia y la influencia de Pierre Cardin en el arte, la moda y la cultura contemporánea. Esta visión podría garantizar que el Palais Bulles siga inspirando y encantando a las generaciones futuras, preservando así para siempre su rico patrimonio.
Sin embargo, en los últimos tiempos, la villa ha encontrado una nueva vida alquilándose a particulares para grandes eventos sociales. Jean-Pascal Hesse, responsable de comunicación del grupo Pierre Cardin, se encarga de coordinar estos alquileres.
*Imagen de portada – Credits to @nssmagazine
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