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Responsable de comunicación en Indomio España
El moho es un invitado no deseado que infesta muchos hogares, creando no sólo un problema estético sino también un riesgo para la salud. A menudo se piensa que basta con aumentar la temperatura del hogar para eliminarlo, pero la realidad es más compleja.
En este artículo descubriremos a qué temperatura muere realmente el moho y cuáles son los métodos más eficaces para combatirlo.
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El moho es un hongo microscópico que crece en habitaciones húmedas, mal ventiladas y con temperaturas suaves (entre 15 °C y 30 °C). Se alimenta de materia orgánica y ataca las paredes, la madera, los tejidos e incluso el yeso. Sus esporas, invisibles a simple vista, se propagan por el aire y pueden provocar problemas respiratorios, alergias e irritaciones.
Es cierto que el moho no sobrevive a altas temperaturas, pero subir la calefacción no basta para eliminarlo. Se necesitan temperaturas superiores a 50 °C durante un tiempo prolongado, y éste no es un método viable en el hogar. Además, el calor no elimina las causas de la humedad, que favorece la reaparición del moho.
El vapor puede ser útil para eliminar el moho superficial, pero no es una solución definitiva. De hecho, el agua contenida en el vapor puede contribuir a aumentar la humedad y favorecer la reaparición del problema.
La prevención es la mejor arma contra el moho. He aquí algunos consejos:
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Eliminar el moho sólo con calor es una tarea difícil. Es esencial actuar sobre las causas de la humedad y tomar medidas preventivas para garantizar un entorno doméstico sano y libre de moho. Si el problema persiste, es aconsejable recurrir a profesionales para una solución permanente.
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