Colaboradora de Indomio.es/news
Con la llegada del invierno bajan las temperaturas, pero ¿y dentro de casa? Para no tener que encender la calefacción día y noche, aquí tienes algunos consejos que te permitirán calentar tu casa de forma natural, sin desperdiciar energía.
Unas simples precauciones pueden marcar la diferencia a la hora de calentar de forma saludable y además ahorrar en las facturas.
La primera regla es evitar la dispersión del calor interno. El aislamiento térmico es fundamental para mantener el calor, ahorrar en las facturas y, sobre todo, reducir la contaminación.
Si no tienes un buen aislamiento, aquí te dejamos algunos remedios naturales para calentar la casa.
Para ayudar a calentar su hogar de forma natural, serán necesarios los siguientes elementos :
Utilice juntas adhesivas de neopreno o gomaespuma para aplicar en los bordes de las ventanas para evitar el paso del aire frío del exterior al interior.
Se pueden encontrar en ferreterías y, si aún no tienes ventanas de doble acristalamiento, es probable que las necesites.
Presta atención también a las cajas de contraventanas, que a menudo ocultan agujeros y se crea un paso del aire.
El uso de cortinas dobles puede ayudar a no dispersar el calor y actuar como barrera protectora entre las ventanas y el interior de las habitaciones.
Coloca tubos recubiertos de tela con gomaespuma o huesos de cereza en su interior, a lo largo de la base de la puerta de entrada de esta forma evitarás que entren corrientes de aire.
El suelo también debe estar aislado; de hecho, el 10% de la dispersión del calor se produce a través del suelo.
La solución más práctica, si aún no has instalado suelo radiante, es utilizar alfombras, persas o no, marcarán la diferencia y se notará el cambio.
Evita utilizar los radiadores en repisas o cubrirlos con telas o trapos. Asegúrate de que haya al menos 20 cm de distancia entre el radiador y el mobiliario.
Puedes insertar una hoja de papel de aluminio entre la pared y el radiador que optimizará la liberación de calor.
Si tus radiadores están equipados con termoválvulas, configura diferentes temperaturas según las habitaciones. Mantén una temperatura baja en la cocina. En el dormitorio, por ejemplo, 18 grados son suficientes y además favorece el la calidad del sueño.
Para todos aquellos lugares donde no llega la calefacción, como por ejemplo los pasillos, puedes optar por cuadros murales calefactados.
Obras de arte capaces de emitir rayos infrarrojos que aumentan rápidamente la temperatura de la habitación.
El segundo paso para calentar tu hogar de forma natural es optimizar el calor que llega del exterior. El sol es una magnífica fuente de calor y, sobre todo, gratuita.
Nada más despertarte y después de haber ventilado las habitaciones, cierra las ventanas, dejando las contraventanas y cortinas abiertas para permitir que los rayos del sol entren en la casa y creen calor.