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Cuando pensamos en una mudanza, nos vienen a la mente cajas que mover y abrir, basura de la que deshacernos y nuevas habitaciones que remodelar y ordenar. Tras una mudanza, la limpieza de la casa se convierte en una necesidad absoluta para garantizar un entorno higiénico y acogedor. Pero, ¿por dónde empezar?
¿Qué hacer con todos los objetos y muebles que hay que ordenar? El desorden y la cantidad de trabajo pueden hacer de esta actividad una obligación pesada, así que veamos cómo limpiar la casa después de una mudanza, de forma rápida y sencilla.
¿Cómo empezar a limpiar una casa nueva?
¿Por dónde empezar? Ésta es sin duda una de las preguntas que asaltan al final de una mudanza, cuando uno todavía está abrumado por el esfuerzo físico y por los objetos y cajas amontonados en el nuevo hogar.
Para empezar a limpiar, conviene seguir un procedimiento bien definido. Por ejemplo, se puede hacer la limpieza en el siguiente orden:
- Empieza por las paredes y el techo (incluidas las lámparas de techo, las cortinas, los armarios grandes, los cristales y los cuadros).
- Continúa con las ventanas y el mobiliario inferior.
- Sigue con el suelo.
- Termina con los sanitarios, encimeras y cocina.
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En cuanto al suelo, es aconsejable aspirarlo y lavarlo cuidadosamente con detergentes adecuados al tipo de superficie.
Por último, es importante desinfectar las superficies de trabajo y las encimeras de la cocina y el baño, utilizando productos específicos. En cuanto a los sanitarios, duchas y bañeras, es aconsejable limpiarlos primero con una crema limpiadora y aplicar después un desincrustante. Por último, hay que desinfectarlos.
Al hacer una limpieza a fondo, es fundamental eliminar el polvo, las telarañas y la suciedad acumulados durante las obras o reformas (o si la casa lleva mucho tiempo desocupada). Eliminar el “grueso” primero puede aliviar la fatiga y evitar que tengas que empezar de nuevo o levantar la suciedad del suelo al techo. Así pues, es mejor empezar de arriba abajo.
Cómo limpiar la casa después de mudarse
Antes de empezar a limpiar y fregar a fondo, asegúrate de que tienes todos los utensilios y productos necesarios para la limpieza. Por ejemplo:
- Limpiador de suelos.
- Productos de higiene para el baño.
- Limpiadores antical y especiales para acero inoxidable.
- Esponja, cubo, bayetas y aspirador.
Con algunos trucos sencillos y prácticos, el trabajo te resultará menos pesado. Esto es lo que tienes que saber antes de limpiar tu nueva casa, y algunas reglas básicas a seguir.
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Reglas para limpiar la casa en una mudanza
Una vez analizado el orden ideal para proceder, pasemos a las reglas básicas para una limpieza más organizada y menos agotadora:
Limpia antes de transportar los muebles
El secreto de una limpieza eficaz es limpiar antes de trasladar los muebles. De este modo, tendrás el acceso libre a todas las superficies.
Será más fácil tratar cristales, suelos y otras zonas de difícil acceso antes de que los muebles estén en su sitio.
Reduce la suciedad
La fase previa de organización es la clave del éxito de la operación. Por eso es importante organizar un sistema de eliminación de los objetos que ya no se necesitan, reduciendo el número de cajas y embalajes.
Esto eliminará inmediatamente la cantidad de suciedad de la que habrá que ocuparse una vez que te mudes a tu nuevo hogar.
Sigue un ciclo virtuoso
Al comprar muebles nuevos, es aconsejable montarlos después de haber limpiado a fondo las zonas donde se van a colocar. Lo mejor es aplicar detergentes a los muebles recién montados y organizar los artículos en los armarios sólo después de haberlos limpiado a fondo de uno en uno.
Cuida las zonas críticas
Siempre hay que prestar especial atención al baño, la cocina y los sótanos.
Estas estancias de la casa requieren una limpieza profunda para garantizar la higiene y una limpieza regular y periódica.
Pide ayuda si es necesario
Cuando seas consciente de que no puedes hacerlo tú, lo mejor es que no dudes en pedir ayuda a familiares, amigos o a una empresa de limpieza profesional. Un guardamuebles puede ser útil para almacenar temporalmente objetos voluminosos y facilitar las operaciones de limpieza.
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Cómo encontrar la motivación adecuada
Acompañar los deberes con placeres es casi siempre una estrategia ganadora para que las labores se lleven mejor, combinando lo útil con lo que te gusta.
He aquí algunos trucos para tener ganas de limpiar la casa, sobre todo cuando hay mucho trabajo de por medio, como es el caso de una mudanza:
- Escucha música: puede ayudar a mantener el buen humor y hacer que la actividad sea más agradable. La elección es personal: también puedes escuchar audiolibros, podcasts o hablar por teléfono con auriculares.
- Divide el trabajo: separa el trabajo en tareas pequeñas y manejables y concéntrese en una cosa cada vez. De este modo, parecerá menos exigente y más manejable.
- Recompénsate: establece pequeñas recompensas después de completar una tarea. Puede ser un café, una llamada telefónica o un capricho dulce.
- Aprovecha la luz natural: una casa iluminada por el sol puede encender la motivación.
- Imagina el resultado final: piensa en lo agradable y relajante que será tener la casa limpia y ordenada. Esto puede motivar y estimular la creatividad en el proceso.
- Elige productos perfumados y naturales: lo mejor es utilizar productos de limpieza con aromas agradables e ingredientes naturales, para no poner en peligro la salud de la piel y la respiración.
- Fíjate un plazo: fijarse objetivos con plazos realistas te dará más conciencia y te empujará a trabajar más rápido y mejor.