Responsable de comunicación en Indomio España
Desde que nos vemos obligados a permanecer en casa mucho más tiempo que antes, nos hemos dado cuenta de la importancia de vivir en un entorno que nos ayude a mantenernos positivos. Sobre todo si éste acaba de convertirse en nuestro nuevo lugar de trabajo. Por ello, es fundamental que esté ordenado, que todos los objetos útiles estén a nuestro alcance para que no perdamos horas buscándolos y que transmita una idea de tranquilidad. En otras palabras, hay que hacer decluttering.
Hacer decluttering significa ante todo eliminar lo superfluo. Pero para poder hacerlo hay que saber qué cosas se poseen. Y a menudo nos olvidamos de todos esos objetos que han acabado en los rincones de algún cajón. Por eso puede ser útil conocer todo lo que hay en casa y luego fijar un límite de artículos para cada categoría, que puede depender de la capacidad del armario o los cajones.
LEE TAMBIÉN: Cómo hacer decluttering con el método de la percha invertida
Decidir qué tirar no es fácil, porque cada objeto representa un recuerdo y trae a la mente una serie de emociones. Una buena idea puede ser empezar por las cosas que están rotas, estropeadas o que ya no pueden cumplir su función.
Así reforzarás tu poder de decisión y podrás ejercerlo incluso con aquellas prendas o libros de los que te cuesta más desprenderte. Una vez que hayas elegido de qué deshacerte, también puedes pensar en reciclar algo o donarlo a alguien que lo necesite.
Por último, es bueno proceder al decluttering poco a poco. No es posible solucionarlo todo en 24 horas, además de que acabarías agobiado por el estrés. Es mejor dedicar 30 o 40 minutos cada día y proceder habitación por habitación. Será más fácil, también desde el punto de vista emocional.
LEE TAMBIÉN: ¿Cómo hacer el cambio de armario? Algunos consejos útiles
El último consejo es que vayas haciendo montones o llenando bolsas con tres tipos de objetos: los que tirarás, los que donarás y los que decides conservar. Ir ordenando te facilitará la tarea final de llevar cada cosa a su sitio correspondiente. Una buena idea es hacer esta separación antes de volver a colocar en su sitio los objetos que conservarás. De hecho, esta es una técnica que puedes utilizar también para organizar tu ropa.