
Responsable de comunicación en Indomio España
Proteger la red Wi-Fi doméstica es crucial para garantizar la seguridad de la información personal y los dispositivos conectados. Con el aumento de las ciberamenazas y los ataques de hackers, una red Wi-Fi no segura puede convertirse en un blanco fácil, exponiendo los datos sensibles y la privacidad a graves riesgos.
Implementar medidas de seguridad adecuadas para tu red doméstica protege sus dispositivos de intrusiones no deseadas, y también garantiza que tu conexión a Internet siga siendo rápida y fiable. He aquí 10 consejos prácticos y completos para asegurar tu red Wi-Fi y navegar con tranquilidad.
El primer paso para proteger tu red Wi-Fi es cambiar el nombre de usuario y la contraseña por defecto del router. Los fabricantes de routers suelen asignar credenciales por defecto que son fáciles de conseguir en Internet. Cambiar esta configuración dificulta el acceso de los piratas informáticos a la red. Es aconsejable elegir una contraseña segura que incluya una combinación de letras, números y símbolos.
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Activar el cifrado WPA3 es una de las medidas más avanzadas que puedes tomar para mejorar la seguridad de tu red Wi-Fi, gracias a una serie de mejoras tecnológicas que la hacen mucho más resistente a los ciberataques.
Uno de los aspectos más destacables de WPA3 es la adopción del protocolo de autenticación Simultaneous Authentication of Equals (SAE), también conocido como Dragonfly Key Exchange. Este protocolo introduce una protección más sólida contra los ataques de fuerza bruta, en los que los hackers intentan adivinar la contraseña de la red mediante repetidos intentos.
Durante la configuración inicial de la red, se te pedirá que crees un SSID, es decir, el nombre de la red. Ocultar el SSID hace más difícil que los piratas informáticos identifiquen y ataquen tu red. Esta opción puede configurarse fácilmente en los ajustes del router.
Una VPN añade una capa adicional de protección al cifrar tu tráfico de Internet y enmascarar tu dirección IP. Esto hace mucho más difícil que un pirata informático intercepte tus actividades en línea. Las VPN son fáciles de instalar y pueden utilizarse en una amplia gama de dispositivos, como ordenadores, teléfonos inteligentes y tabletas.
Coloca el router en el centro de la casa, lejos de ventanas y puertas exteriores. Esto limita la propagación de la señal fuera de casa, reduciendo la posibilidad de que extraños intercepten tu señal Wi-Fi. Otra precaución es apagar el router cuando no estés en casa. Mantener el router encendido las 24 horas del día es innecesario y apagarlo reduce el riesgo de ataques cuando no se está presente.
El firmware del router debe actualizarse con regularidad para proteger la red de nuevas vulnerabilidades. La mayoría de los routers no realizan actualizaciones automáticas, por lo que es necesario comprobar manualmente si hay actualizaciones a través del panel de control del router.
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Desactivar la Configuración Wi-Fi Protegida (WPS) es otra precaución clave para mejorar la seguridad de la red Wi-Fi. Aunque WPS está diseñado para simplificar la conexión de dispositivos a la red sin tener que introducir manualmente una contraseña, este método puede exponer la red a vulnerabilidades.
La mayoría de los routers modernos incluyen un cortafuegos integrado, que ayuda a proteger la red de accesos no autorizados. Comprueba que el cortafuegos está activado para añadir una capa adicional de seguridad.
El filtrado de direcciones MAC permite restringir el acceso a la red sólo a los dispositivos autorizados. Esta función puede configurarse en el panel de control del router, añadiendo una capa adicional de protección.
La administración remota permite acceder al router desde una ubicación remota, pero puede suponer un riesgo para la seguridad. Deshabilitar esta función, si no es estrictamente necesario, puede evitar intentos de acceso no autorizados.
Siguiendo estos sencillos pasos, puedes reducir el riesgo de acceso no autorizado y proteger más fácilmente tu red Wi-Fi doméstica.