Responsable de comunicación en Indomio España
Es una de esas sorpresas desagradables que nunca quieres descubrir. Ya sea en la alfombra del salón o en tu cojín favorito, el chicle que se pega con rencor a los tejidos es un enemigo a batir. Pero que no cunda el pánico: estamos aquí para ayudarte a resolver el problema de una forma sencilla y, por qué no, incluso divertida. Con un poco de ingenio y algunos trucos, podrás decir adiós a ese molesto chicle. Descubre, a continuación, cómo quitar el chicle de la tela sin dañarla.
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Una de las formas más fáciles y seguras de quitar el chicle de la tela es congelarlo, sobre todo si se ha pegado a prendas pequeñas y almohadas. Introdúcelos en el congelador durante un par de horas; si el tamaño no lo permite, aplica hielo directamente sobre el chicle. Una vez congelado el chicle, utiliza una espátula o un cuchillo sin afilar para rasparlo suavemente y retira los restos con un cepillo suave.
El calor, al igual que el frío, también es un excelente antídoto para quitar el chicle. Si se ha pegado accidentalmente a alfombras y sofás, prueba con una plancha. Cubre el chicle con un trozo de papel de horno o un paño limpio y pasa la plancha caliente (pero no demasiado, para no dañar el tejido) durante unos segundos. Verás que el chicle se pega a la tela o al papel, dejando el tejido limpio.
Para tejidos delicados como la seda y el terciopelo, el alcohol isopropílico es muy eficaz. Empapa un algodón o un paño suave y frota suavemente el chicle, evitando frotar: la solución hará que el chicle se desprenda fácilmente, como por arte de magia. Retira lo que quede y luego lava el tejido como se indica.
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También existen varios remedios naturales para quitar el chicle, como el aceite vegetal o la mantequilla de cacahuete. Aplica una pequeña cantidad directamente sobre el chicle, deja que actúe durante unos minutos y luego limpia suavemente con un paño suave. Será un juego de niños raspar el chicle con una espátula y limpiar los restos de aceite con un detergente suave.
El vinagre blanco también es un remedio natural que funciona bien en muchos tipos de tejidos. Caliéntalo un poco y sumerge un paño en el líquido, luego aplícalo sobre el chicle y déjalo actuar unos minutos. Con un cuchillo sin afilar o una espátula podrás retirar fácilmente el chicle.
Antes de recurrir a cualquiera de los métodos descritos, te recomendamos que hagas una prueba en una zona pequeña y oculta del tejido para asegurarte de que no se daña. Quitar el chicle requiere tiempo y delicadeza. Ten paciencia y no emplees la fuerza.