Responsable de comunicación en Indomio España
El verano y el calor abrasador no sólo nos ponen a prueba a nosotros, sino también a nuestros amigos de cuatro patas. Aunque perciben las temperaturas de forma diferente a los humanos, las mascotas son muy susceptibles a los golpes de calor.
El aire acondicionado puede ser una valiosa ayuda para garantizar su bienestar, pero es muy importante utilizarlo con sensatez y cuidado.
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La Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (ASPCA) recomienda ajustar la temperatura del aire acondicionado entre 21 y 26°C para perros y gatos. Este rango de temperatura proporciona un entorno cómodo y seguro, evitando fluctuaciones excesivas de temperatura que podrían causar problemas de salud.
Además de la temperatura, también es importante regular la humedad del ambiente. Una humedad demasiado alta o demasiado baja puede interferir en la capacidad del pelaje para regular la temperatura corporal del animal. Lo ideal es mantener la humedad en torno al 50%.
Situar la caseta o el lugar de descanso de la mascota lejos de la corriente directa de aire acondicionado es esencial para prevenir enfermedades y malestar. La exposición prolongada al aire frío puede causar problemas respiratorios, dolores articulares y otras dolencias.
Cada animal es diferente y tiene necesidades específicas. Los perros mayores y los cachorros, por ejemplo, son más sensibles a las variaciones de temperatura y requieren más atención. La raza y el tipo de pelaje también pueden afectar a la percepción del calor y el frío.
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Si viajas en coche con tu mascota, procura que el interior del vehículo esté fresco pero no excesivamente frío. Pon el aire acondicionado como lo harías en casa y haz paradas regulares para que tu mascota pueda estirar las patas y beber.
Observa el comportamiento de tu perro o gato. Si se aleja de la zona refrigerada, puede que tenga demasiado frío, mientras que si intenta acercarse al aire acondicionado o se tumba en el suelo, puede que tenga calor.
Si no dispones de aire acondicionado, puedes utilizar otras estrategias para refrescar a tu mascota. Ofrécele agua fresca y limpia, proporciónale una esterilla refrescante o una toalla húmeda para que se tumbe y asegúrate de que siempre tenga un lugar a la sombra donde resguardarse del sol.
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El golpe de calor es una emergencia grave para las mascotas. Los síntomas son dificultad para respirar, sequedad o palidez de las mucosas, debilidad, vómitos y pérdida de conocimiento. Si observas alguno de estos signos, lleva a tu mascota al veterinario inmediatamente.