Colaboradora de Indomio.es/news
Probablemente hayas oído hablar de los beneficios de utilizar bicarbonato, limón y vinagre en el lavavajillas, pero ¿Sabes cuál es el truco definitivo para una vajilla perfecta?
La respuesta es el papel de aluminio. Descubre todos los trucos y cómo usar el papel de aluminio a continuación.
El vinagre es el aliado perfecto para limpiar, abrillantar y eliminar la cal. Se puede utilizar a diario vertiendo un vaso de vinagre en el cesto o de vez en cuando para hacer una limpieza más profunda y sin vajilla, vertiendo un litro de vinagre y poniendo en marcha un programa de alta temperatura.
Al igual que el vinagre, el limón puede utilizarse tanto para la limpieza diaria como para limpiezas especiales, por ejemplo una vez al mes. En el primer caso, basta con añadir zumo de limón al detergente normal y poner en marcha el programa de lavado. En el segundo, añadir un vaso de zumo de limón directamente en el cesto y elegir un programa de alta temperatura, sin meter platos, cubiertos y cacerolas en el lavavajillas. También es posible utilizar juntos el vinagre y el limón para mejores resultados.
El uso del bicarbonato ayuda a eliminar los malos olores y desengrasa de manera natural. El bicarbonato se puede utilizar para limpieza diaria añadiendo una cucharadita o para un limpieza más exhaustiva, en la que se añaden 100 gramos de bicarbonato y poner el aparato sin carga. Ojo, al contrario que el limón el bicarbonato no puede combinarse con el vinagre ya que su acción conjunta anula los beneficios de cada uno de ellos.
El papel de aluminio es la clave para conseguir unos cubiertos relucientes. Lo único que hay que hacer es coger un trozo de papel de aluminio, convertirlo en una bola y meterlo en la lavavajillas en la cesta donde se colocan los cubiertos.
La mezcla entre el agua, los componentes del detergente y el papel, produce una oxidación que potencia el brillo y elimina los rayones.