Responsable de comunicación en Indomio España
Cuando se trata de televisores, el tamaño de la pantalla se expresa en pulgadas, una medida que puede parecer inusual para muchos países acostumbrados al sistema métrico decimal. Pero, ¿por qué la pulgada? Para responder a esta pregunta, debemos remontarnos al nacimiento de la televisión y considerar el contexto histórico en el que se desarrolló esta tecnología.
Las pulgadas como unidad de medida de las pantallas de televisión tienen sus raíces en los primeros años del desarrollo de esta tecnología. En las décadas de 1920 y 1930, los dos pioneros de la televisión, John Logie Baird y Philo Farnsworth, trabajaron para perfeccionar un invento destinado a revolucionar el mundo de las comunicaciones. En aquella época, tanto el Reino Unido como Estados Unidos utilizaban el sistema imperial británico para las medidas diarias, que implicaba el uso de pulgadas, pies y yardas. Al ser dos de los principales mercados en los que se desarrollaba y extendía la televisión, era natural que la industria adoptara estas unidades para medir el tamaño de las pantallas.
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La pantalla se medía en diagonal, un método que se sigue utilizando hoy en día, para indicar la longitud máxima visible de la imagen. Este método se mantuvo inalterado incluso a medida que evolucionaba la tecnología, adaptándose a los cambios de formato y resolución, como el paso de pantallas 4:3 a 16:9, pero manteniendo las pulgadas como unidad estándar.
Otra razón por la que las pulgadas han seguido siendo el tamaño estándar de las pantallas de televisión radica en la influencia del mercado estadounidense. Estados Unidos fue uno de los primeros países en producir televisores a gran escala, convirtiendo el televisor en un producto doméstico común. La industria televisiva estadounidense adoptó el sistema de medida imperial para indicar el tamaño de la pantalla, y este estándar se extendió rápidamente por todo el mundo, sobre todo a medida que aumentaba la exportación de televisores.
En la década de 1950, con la creciente demanda de televisores en todo el mundo, muchos países empezaron a importarlos de Estados Unidos, una práctica que consolidó aún más el uso de las pulgadas como unidad internacional de medida para las pantallas, a pesar de que muchas naciones ya utilizaban el sistema métrico decimal. El tamaño de las pantallas de televisión, medido en pulgadas, se convirtió en una referencia universal, facilitando a los consumidores la comparación de productos en el mercado mundial.
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Aunque el sistema métrico decimal ha sido adoptado por la mayoría de los países del mundo, las pulgadas ha seguido siendo la medida estándar para las pantallas de televisión y otros dispositivos electrónicos como monitores y teléfonos inteligentes. Esto se debe en parte a la tradición establecida, pero también a que las empresas tecnológicas estadounidenses y británicas, con un papel dominante en la industria, han seguido utilizando el sistema imperial para las especificaciones técnicas.
La costumbre de medir las pantallas en diagonal es otro elemento que ha contribuido a mantener las pulgadas como unidad de medida. En realidad, la diagonal representa el tamaño máximo de la pantalla, lo que permite obtener un número que suena más impresionante que una simple altura o anchura. Este enfoque se ha convertido en una norma de marketing y ha influido en la percepción que tienen los consumidores del tamaño de las pantallas.