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Responsable de comunicación en Indomio España
Si siempre has soñado con el vestidor perfecto, en el que cada prenda y cada accesorio tiene su sitio y todos los outfits quedan a golpe de vista, hoy te traemos los mejores tips para conseguir un espacio bonito, moderno y funcional.
7 ideas para un vestidor que cubra tus necesidades, tanto para vestidores pequeños como para los más amplios.
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Es habitual que, si las baldas de los armarios son muy profundas, todo termine desordenado. Las prendas se caen hacia atrás, no ves bien lo que hay al fondo y muchas veces el espacio queda desaprovechado. Las baldas con rieles solucionan este problema y son grandes aliadas para un vestidor.
A menudo las joyas, cinturones, gafas de sol y otros accesorios quedan desperdigados en cajas y bolsos y se hace difícil localizarlos. El resultado: terminamos poniéndonos siempre lo que tenemos a mano. Para resolver esto te recomendamos soluciones como las baldas extraíbles con bandejas adaptadas a distintas formas y tamaños. Puedes elegir una balda de cristal transparente para la parte superior y tendrás todas tus opciones a un vistazo de distancia, como ocurre con esta solución de Ikea:
Al igual que cualquier otra estancia, el vestidor también debe de tener una personalidad propia que puedes conseguir a través de la decoración. Espejos, ambientadores decorativos o velas aromáticas, luces de ambiente, alfombras, láminas o cuadros. Estos son solo algunos de los elementos que puedes utilizar en la estancia. Puedes también optar por un pequeño asiento para calzarte con más facilidad o algún otro elemento de mobiliario con carácter.
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Para ver bien las prendas y los colores y no sentir agobio es muy importante la fuente de luz. Si tienes una ventana, mejor que mejor, pero aun así tendrás que escoger iluminación artificial para los momentos en que no hay luz natural. Puedes colocar luces con sensor dentro de los armarios para que se iluminen al abrirlos, así como una lámpara de techo o lámparas auxiliares de luz cálida para un entorno más acogedor.
Algo fundamental en la sala donde eliges tu ropa para cada día es un espejo, a poder ser de cuerpo entero. Puedes colgarlo en una pared, colocar uno de pie o, si no tienes mucho espacio, puedes usar una de las puertas del armario como espejo, ya sea por fuera o por dentro.
Las puertas son lo más habitual en los armarios y vestidores, pero hay quien prefiere tenerlo todo a la vista sin tener que abrirlas. Para ello, puedes dejar las estanterías y baldas desnudas o, si quieres un punto medio, utilizar cortinas. Las cortinas pueden ir de lado a lado de la estancia y al desplegarlas con un movimiento tendrás todo a mano sin abrir puerta por puerta. Cuando quieras usar el cuarto para otra cosa o esté algo más desordenado, solo tendrás que cerrarlas.
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Para terminar, si tienes espacio suficiente, puedes añadir un tocador en el que maquillarte, peinarte y completar cada look. Bastará con una pequeña mesita y un espejo que, especialmente, necesitará una buena iluminación. Si la luz puede salir directamente del espejo o cerca de él, iluminando hacia a ti, mucho mejor.
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