Colaboradora de Indomio.es/news
Calma y serenidad son las palabras clave que engloban el diseño japonés. Sencillo y limpio, este estilo refleja un modo de vida que aboga por liberar la mente y rodearse de elementos naturales y minimalistas creando un perfecto equilibrio.
Los colores para las paredes de una casa de estilo japonés son sinónimo de armonía y naturaleza, utilizando tonalidades suaves y materiales como el bambú y la madera, en tonos claros y lisos.
Si no quieres hacer cambios estructurales importantes, puedes usar colores inspirados en la naturaleza cómo el blanco crema, el negro, el verde oscuro y la madera. Estos tonos son ideales para ambientes como salas de estudio, donde se alternan momentos de concentración y otros de calma para equilibrar intensas sesiones de trabajo.
La elección de tonos tierra caracteriza la filosofía decorativa japonesa frente a enfoques minimalistas como el nórdico, dando lugar a un estilo híbrido conocido como Japandi.
La atención a los colores también se extiende a la iluminación: las luces suaves y colores cálidos
En el estilo japandi, la luz juega un importante papel. Por eso las cortinas y estores deben ser siempre neutras y confeccionadas con tejidos naturales muy ligeros para dejar pasar la luz. Si el entorno es un jardín, aprovecha para dejar desnudas las cristaleras y disfrutar de la naturaleza en el interior. Al caer la noche, las luces íntimas y puntuales, así como los juegos de contrastes serán la tónica en el estilo japandi. Por eso puedes recurrir a lámparas de techo de luz tamizada y de mesa o pie dirigiendo su mirada a un rincón en concreto.
Los muebles para una casa de estilo nipón destacan por su sencillez, como la mesa baja para comer o tomar el té, llamada chabudai, común en los hogares japoneses. Incluso sin replicar fielmente la cocina japonesa, es posible acercarse al mobiliario japonés escogiendo muebles de madera con líneas limpias.
Incluso en la zona de la cama, es posible adoptar soluciones que combinen elementos de mobiliario oriental y occidental, como un canapé de madera para mantener un tono minimalista sin necesidad de armarios adicionales.
Además de la decoración, las plantas juegan un papel importante. Favorecer las plantas tradicionales japonesas como el bonsái ayuda a mantener una atmósfera naturalista. La elección de las plantas debe adaptarse a las diferentes zonas del hogar, por ejemplo, el Aloe Vera puede ser una opción ideal para el dormitorio, ayudando también a purificar el aire. En cualquier caso, los muebles japoneses fomentan la medida y el equilibrio, creando ambientes relajantes que despejan la mente y aportan alivio.