Responsable de comunicación en Indomio España
No todo el mundo dispone de espacio suficiente para acomodar largas mesas para celebrar comidas navideñas con familiares y amigos, pero esto no significa que tengamos que renunciar a comidas y cenas en compañía.
Incluso las casas pequeñas pueden adaptarse para acoger a nuestros seres queridos en las comidas navideñas; sólo hacen falta algunos trucos y astucia para hacer que el espacio sea confortable y que la preparación de los platos resulte más cómoda.
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He aquí algunos consejos para crear un ambiente acogedor para las comidas y cenas festivas.
En todos los salones o comedores tenemos mesas de centro, lámparas de pie, sillones y otros muebles pequeños que, sin duda, son funcionales además de decorativos en el día a día.
Sin embargo, en el caso de cenas y comidas navideñas con mucha gente, no son imprescindibles. Por lo tanto, coloca lo que no necesites en el dormitorio o en otras habitaciones de la casa, para tener más espacio en las zonas donde se vaya a poner la mesa de comedor.
Consigue una mesa más baja y estrecha para los invitados más pequeños: así recuperarás asientos en la mesa principal y podrás disponer la mesa de los niños en zonas más cómodas.
Además, puedes responsabilizar al adulto de turno de mantener a raya a los primos o amigos más jóvenes.
¿Quién dice que los menús de fiesta tienen que tener muchos platos? Céntrate en la calidad más que en la cantidad.
Puedes pensar en preparar un aperitivo generoso con varios entrantes, pasar directamente al plato principal y terminar con el postre.
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Si el primer plato es imprescindible para ti, elimina los entrantes o el segundo plato. De este modo reducirás la vajilla y los diversos utensilios utilizados para la preparación.
Tómate tu tiempo en los días previos para adelantarte a los preparativos: muchos platos pueden prepararse con antelación.
Así, el día de la comida o la cena, ya estarás a medio hacer.
Para casas pequeñas o salones reducidos, aparta los cachivaches y objetos no imprescindibles de los muebles de alrededor. Así tendrás superficies de almacenaje para servir platos, bebidas, bandejas y cualquier otra cosa que pueda resultar útil durante la comida.
Esto te resultará aún más útil si planeas una celebración más informal, como un aperitivo de pie.
Pedir ayuda a tus allegados es sin duda una forma de implicarlos en las comidas navideñas y ahorrar tiempo y espacio, ya sea para la preparación o para la recogida posterior a la comida o la cena.
En definitiva, así no renunciarás a la buena convivencia.
Los brunchs, aperitivos y cenas buffet son una gran solución para quienes tienen una casa pequeña pero no quieren renunciar a pasar el día festivo con la familia y los amigos.
A veces basta con rotar los muebles para crear más espacio.
Haz algunas pruebas para ver qué resulta más funcional.
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Si ya tienes poco espacio, apuesta por una vajilla navideña mínima: en lugar de centros de mesa voluminosos, elige velas o pequeños tarros dispersos.
Limita el número de cubiertos y cámbialos en función del plato. Dispón las servilletas de modo que estorben lo menos posible.
Todo ello para ahorrar espacio y asientos.
En el mercado existen cómodas mesas extensibles que, cuando están cerradas, parecen simples consolas, pero que con las extensiones pueden llegar a sentar a 10/12 personas.
Es una solución excelente para disponer de más asientos sólo en ocasiones especiales.