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Con la llegada de la Navidad, una de las primeras cosas en las que se piensa es en los adornos que se van a colocar en la casa. El símbolo por excelencia es, por supuesto, el árbol de Navidad.
Tras elegir su tipo, tamaño y ubicación, uno se pregunta cuál es la mejor manera de decorarlo. El elemento más popular para decorar el árbol son las bolas, pero ¿cómo colocarlas?
He aquí una breve guía sobre cómo colocar bolas en el árbol de Navidad.
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En primer lugar, hay que elegir (y comprar) las bolas para decorar el árbol.
Deben reflejar el gusto de la persona que las utiliza, pero al mismo tiempo armonizar con el estilo de la habitación, su mobiliario y sus colores.
En cualquier caso, es bueno confiar en la propia creatividad para elegir el tamaño, los materiales y los colores de las bolas.
La cantidad de bolas que se coloquen debe ser adecuada al tamaño del árbol de Navidad.
Si el árbol es muy pequeño, sobrecargarlo de adornos puede hacerlo pesado física y visualmente.
Por el contrario, un árbol muy alto decorado con pocas bolas puede resultar desnudo y falto de atractivo.
Si el árbol lo permite por su tamaño, es mejor abundar y enriquecerlo con bolas.
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Para colocar las bolas, comienza siempre por la parte inferior, donde también se colocarán los demás adornos de mayor tamaño.
Avanzando gradualmente hacia las ramas más altas, se colocarán las bolas más pequeñas.
Hay que prestar atención a las proporciones entre los adornos y las ramas y aprovechar todo el espacio disponible, sin dejar huecos.
La distribución de los adornos por toda la superficie del árbol debe ser homogénea, pero hay que tener cuidado de no colocar nunca las bolas en fila horizontal o vertical, para que la disposición parezca aleatoria.
Por la misma razón, hay que aprovechar la profundidad y disponer las bolas no sólo en las puntas de las ramas, sino a lo largo de toda su longitud.
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Si los adornos que se colocan en el árbol son heterogéneos, porque son los que se han transmitido en la familia o porque se enriquecen con piezas nuevas cada año, conviene intentar darles cierta uniformidad para armonizarlos.
Si hay objetos y bolas para colgar que son todos diferentes en forma, tamaño y estilo, conviene elegir una decoración neutra para distribuir por todo el árbol de Navidad, por ejemplo con guirnaldas o luces de un solo color.