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Colaboradora de Indomio.es/news
Construir un pequeño oasis de paz en la propia casa puede convertirse en una prioridad fundamental para mantener un estado óptimo de salud y bienestar, sobre todo en esta época en la que el trabajo, los compromisos familiares, la gestión económica, la constante conexión digital y los ritmos cotidianos cada vez más frenéticos se encuentran entre las principales causas de estrés.
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Dado que el entorno en el que vivimos influye directamente en nuestro estado de ánimo, crear una zona de relax en el hogar trasciende la necesidad estética, convirtiéndose en una necesidad para estimular los sentidos de forma serena y natural.
He aquí algunos consejos para crear una zona de relajación a la medida de cualquier hogar.
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Los colores son fundamentales para definir los espacios. La elección de paletas y tonos que recuerdan a la naturaleza, como el beige, el azul pálido o el verde salvia, transmiten serenidad y favorecen la relajación, aportando un toque de elegancia a las estancias.
Además se adaptan fácilmente a diferentes estilos de mobiliario.
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Elegir zonas de la casa con buena exposición a la luz natural durante el día contribuye en gran medida a crear un ambiente acogedor.
El uso de cortinas ligeras y opacas permite controlar y moderar la intensidad de la luz, proporcionando intimidad sin renunciar al resplandor del sol.
Durante las horas nocturnas, las lámparas de luz cálida y difusa son perfectas para transmitir sensaciones de paz y protección, iluminando bien los rincones y realzando las distintas zonas.
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El confort es una auténtica prioridad a la hora de construir zonas de descanso. Sofás y sillones tapizados en tejidos como el lino o el terciopelo invitan al descanso, más aún si van acompañados de mullidos cojines, suaves mantas y reposapiés, elementos perfectos para crear rincones de lectura.
Elegir muebles de líneas limpias y minimalistas ayuda a mantener los espacios ordenados.
No hay que subestimar la personalización; cada rincón de relajación que se precie debe reflejar el gusto personal de cada uno.
Eligiendo libros, difundiendo nuestros aromas favoritos y poniendo la música que más nos gusta, cada rincón de la casa puede transformarse en un lugar donde recargar energías y encontrar la serenidad.
Crear este espacio no es sólo un acto de autocuidado, sino que enriquece enormemente el entorno doméstico.
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