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Colaboradora de Indomio.es/news
Las sillas de jardín son un elemento esencial del mobiliario de exterior porque completan la forma de vivir los espacios exteriores.
Pero, ¿cómo elegir las sillas de jardín? Aquí tienes muchos consejos útiles.
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A la hora de elegir una silla de jardín, es importante empezar por la elección del material con el que están fabricadas, de la que dependerán después una serie de factores, como:
En el mercado existen diferentes tipos de sillas de jardín, por ejemplo:
Son materiales que generalmente resisten bien al mal tiempo y los agentes atmosféricos. Veamos las diferencias en detalle.
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Normalmente, la madera utilizada para las sillas de jardín de este material puede ser:
Entre las maderas exóticas figuran la teca, la itauba y el cumarú.
Las sillas de este tipo son bonitas a la vista, pero muy delicadas; además, ofrecen protección contra la humedad, pero también contra los insectos y el moho.
El mantenimiento debe hacerse regularmente con un producto adecuado, por ejemplo cera, aceite, impregnante.
Si no puede prescindir de la madera, puede recurrir a la madera compuesta, que mezcla fibras de madera y material plástico; una fórmula que hace que las sillas sean más resistentes.
Este tipo de silla tiene un aspecto decididamente moderno. El acero inoxidable no teme los agentes atmosféricos como la lluvia, pero es pesado y suele calentarse mucho al sol.
Requiere poco mantenimiento.
El aluminio es muy resistente a la lluvia, las heladas, el calor y la corrosión.
Las sillas son ligeras y, por tanto, muy prácticas de mover, pero el viento las tumba con facilidad. Sin embargo, se recalientan con el sol.
Las sillas de jardín de plástico son prácticas y económicas, además de ligeras, fáciles de limpiar y resistentes al mal tiempo.
Están disponibles en una amplia gama de colores y estilos, por lo que podrá encontrar la silla perfecta para cualquier decoración de exterior. Sin embargo, pueden decolorarse con el tiempo si el material no ha sido tratado.
Las sillas de hierro forjado son muy resistentes, pero se calientan con el sol y son muy pesadas, además de necesitar un tratamiento antioxidante constante en el tiempo.
Son las únicas que aportan un toque romántico al jardín.
Una silla de jardín con un asiento ancho y profundo es más cómoda que una silla más pequeña, pero también es más voluminosa.
Para ganar espacio, se puede apuntar:
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