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El pasillo suele ser una de las estancias más infravaloradas de la casa, pero con unos pocos ajustes puede transformarse en un espacio funcional y visualmente acogedor. Para que un pasillo parezca más grande, es importante aprovechar al máximo elementos como los colores, la iluminación y la decoración. Siguiendo unas sencillas estrategias, hasta los pasillos más estrechos pueden ganar espacio y carácter.
Los pasillos estrechos y largos derivan de opciones de diseño históricas que favorecían la distribución funcional del espacio. Hasta mediados del siglo pasado, las casas se dividían en estancias separadas para cada función, conectadas por pasillos que garantizaban la intimidad sin cruzar otras habitaciones.
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En los años setenta, esta configuración estaba especialmente extendida, lo que reflejaba un enfoque de la vivienda basado en una clara separación entre zonas públicas y privadas. Además, en algunas regiones, los pasillos ofrecían protección frente a los agentes climáticos externos, lo que los convertía en una solución práctica. Con la evolución de las necesidades de vivienda, muchos pasillos han sido sustituidos por espacios más abiertos, pero en las casas históricas siguen siendo un rasgo distintivo del diseño tradicional.
La elección de los colores es el primer paso para cambiar la impresión visual de un pasillo estrecho. Los colores claros como el blanco, el marfil o el gris perla reflejan mejor la luz, creando un efecto de mayor amplitud. También se pueden utilizar tonos pastel como el verde salvia o el azul empolvado para dar un toque de color sin comprometer la luminosidad.
Para acentuar aún más el efecto óptico, el techo puede pintarse en un tono ligeramente más claro que las paredes: este truco empuja visualmente los límites hacia arriba, aumentando la percepción de altura. Otra opción es crear un contraste entre una pared clara y detalles más oscuros, como paneles bajos o rodapiés, para añadir profundidad.
Un pasillo bien iluminado parece automáticamente más amplio. Si la estructura de la casa lo permite, integrar la luz natural a través de claraboyas, ventanas interiores o puertas con inserciones de cristal es una buena solución. En cuanto a la luz artificial, es preferible elegir fuentes de luz distribuidas uniformemente a lo largo del pasillo, evitando puntos de sombra que podrían acentuar la sensación de cerrado. Los focos empotrados, los apliques con luz difusa o las tiras de LED colocadas a lo largo del techo son opciones funcionales y estéticamente agradables. Además, el uso de lámparas con tonos cálidos ayuda a crear un ambiente acogedor.
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Los espejos son aliados insustituibles para ensanchar visualmente un pasillo. Colocar un gran espejo a lo largo de una de las paredes refleja la luz y también el espacio circundante, creando una sensación de amplitud. Otra opción es optar por una serie de espejos más pequeños, dispuestos de forma que aporten dinamismo sin resultar invasivos. Una idea creativa es instalar un espejo de altura completa al final del pasillo; esta estrategia contribuirá a que el pasillo parezca más largo y ancho. El efecto se amplifica si el espejo está orientado hacia una fuente de luz natural o artificial.
El diseño del suelo también puede influir en la percepción del tamaño. Los materiales claros, como el parqué de madera blanqueada o las baldosas neutras, ayudan a iluminar la estancia. Otra técnica eficaz es utilizar alfombras o alfombrillas con dibujos horizontales: las rayas transversales crean la ilusión de anchura, mientras que un dibujo lineal a lo largo del pasillo acentúa la profundidad. Si quieres experimentar, un suelo con baldosas hexagonales o motivos geométricos también puede aportar un toque moderno manteniendo el equilibrio visual.
En un pasillo estrecho, menos es más. Los muebles voluminosos corren el riesgo de reducir aún más el espacio disponible, por lo que es importante elegir muebles esbeltos y funcionales. Las consolas estrechas, las estanterías colgantes o los colgadores de pared son ideales para mantener el pasillo libre pero organizado. Los adornos, como cuadros o fotografías, pueden colocarse horizontalmente a lo largo de las paredes para crear un efecto de ampliación. Sin embargo, es esencial evitar la sobrecarga visual: unos pocos elementos bien seleccionados garantizan un resultado elegante y armonioso.
El uso de motivos gráficos es otra estrategia para engañar al ojo y ampliar el espacio. Por ejemplo, las líneas horizontales en las paredes pueden hacer que el pasillo parezca más ancho, mientras que las verticales aumentan su altura. Estos patrones pueden aplicarse con pintura, papel pintado o paneles decorativos. Una opción interesante son los frisos, que pueden instalarse a media pared para crear una división visual y añadir carácter sin agobiar el espacio. El uso de molduras decorativas ligeras también puede ayudar a definir mejor el pasillo.
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Las puertas de madera oscura o con paneles macizos pueden hacer que el pasillo resulte más opresivo. Para evitarlo, se pueden elegir puertas de cristal esmerilado o pintadas en tonos claros a juego con las paredes. Esto no sólo mejora la estética, sino que también aumenta la difusión de la luz. Otra posibilidad es eliminar por completo algunas puertas para crear arcos o pasillos abiertos, lo que ayuda a eliminar las barreras visuales y convierte el pasillo en parte integrante de las habitaciones adyacentes.
Por último, las plantas también pueden insuflar nueva vida al pasillo, pero es esencial elegir variedades que requieran poca luz y no ocupen demasiado espacio. Helechos, pothos o sansevierias en pequeñas macetas colgantes o colocadas en estantes altos son perfectas para añadir un toque de verde sin invadir la zona de paso.