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Colaboradora de Indomio.es/news
Puede ocurrir que tenga en su salón sillas viejas tapizadas en tela, cuyo armazón de madera puede seguir siendo válido, pero que tienen la tapicería rota, estropeada o tal vez simplemente descolorida.
En estos casos, tirar la silla podría ser una pena, sobre todo si se trata de un mueble antiguo, además de un desperdicio innecesario.
En lugar de eso, se puede intentar tapizarla con una tela nueva y darle así una nueva vida: todo lo que se necesita es un buen trabajo artesanal.
Veamos, por lo tanto, qué se necesita y cómo proceder para retapizar una silla con bricolaje.
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Los materiales necesarios para esta operación de renovación son fáciles de conseguir y requieren un gasto mínimo.
Antes de empezar, necesitas:
Tras retirar la tela vieja, hay que preparar el tejido para el nuevo tapizado. La elección del color y el estampado debe hacerse en función del estilo de decoración de la habitación y de la propia creatividad, para que la silla destaque.
Antes de cortar el trozo de tela necesario, hay que tomar las medidas del asiento y el respaldo que se van a tapizar. Una alternativa útil para no equivocarse con las medidas es utilizar un patrón.
Se confecciona colocando una hoja de periódico sobre la pieza a tapizar: se dibuja el contorno con un rotulador y se recorta la plantilla con unas tijeras.
En este punto, el patrón puede colocarse sobre la tela elegida y los bordes se delinearán con tiza: la tela se cortará siguiendo exactamente el contorno.
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La tela recortada debe colocarse sobre el respaldo y el asiento, procurando estirar bien los bordes para no dejar arrugas.
Conviene dar primero unas cuantas puntadas en cada lado y, a continuación, pasar a todo el borde: en estos pasos, la tela debe fijarse al armazón con chinchetas, a mano o con una pistola de clavos.
Puedes fijar aún más los bordes con cola termofusible, para no dejar espacios en relieve.
También puedes utilizar pegamento si quieres añadir adornos decorativos a lo largo de los bordes.
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