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Entre las novedades en muebles para el baño destacan los lavabos a todo color, embellecidos y personalizados con colores atrevidos y vibrantes.
Pasamos de los matices terrosos y arcillosos que evocan la materialidad de la naturaleza, a los pasteles (delicados e impalpables), o los acabados brillantes y resplandecientes, para ambientes de baño originales y glamurosos.
Veamos estas tendencias.
Muebles de lavabo con matices terrosos
Algodón, arcilla, tierra: los muebles de lavabo se visten de matices cálidos y naturales, que evocan y proyectan una sensación de equilibrio y ligereza en el hogar.
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Se trata de paletas neutras que pueden combinarse fácilmente con los revestimientos existentes y dan una sensación de calma y bienestar. Para los que buscan tranquilidad y contacto con la naturaleza, empezando por el cuarto de baño, esta opción es la ideal.
Muebles para el baño en colores vitamínicos
Amarillo sol, naranja, rosa vivo: entre las novedades en muebles de baño destacan los colores vivos y vitamínicos, que te permitirán empezar bien el día, desde la primera ducha matutina en contacto con el agua, un elemento primario y vital.
Colores alegres con acabados brillantes y relucientes que alegran el interior y multiplican la sensación de luminosidad, especialmente recomendados para baños pequeños.
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Los colores pastel entran en el cuarto de baño
Del salón al dormitorio, los colores pastel también llenan el cuarto de baño. Delicados, impalpables, etéreos, los rosas claros, los verdes empolvados, los melocotones jugosos y los azules claros son tonos tranquilos que suavizan los interiores.
No sólo eso, sino que también dan un toque dulce a las habitaciones y ayudan a crear un ambiente cálido, que nos envuelve y abraza, y nos hace sentir mejor, lejos de la grisura del día a día.
Los colores del agua
Azul, celeste, esmeralda, turquesa, todos los colores del agua entran en el cuarto de baño y caracterizan el mobiliario, desde los armarios hasta los muebles altos, pasando por los sanitarios que abandonan los blancos tradicionales para convertirse en auténticos elementos de decoración.
Es una zambullida en el mar, en las profundidades del océano, un soplo de verano que inunda el cuarto de baño, donde recargar las pilas en contacto con el agua. Los tonos del agua se mezclan bien con los neutros, como el mar espumoso que se encuentra con el beige de la arena.
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