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Una casa de playa evoca imágenes de relajación, serenidad y contacto directo con la naturaleza. Por eso, la elección del mobiliario y los detalles pueden marcar la diferencia.
Para amueblar una casa de playa, se suele optar por un estilo costero, marinero o naval, con elementos distintivos que permanecen inalterables con el paso del tiempo: colores inspirados en el mar como el turquesa o el rojo coral y adornos marítimos como anclas, timones y conchas.
Además, se pueden aprovechar los espacios para crear un ambiente acogedor y relajante, ideal para pasar momentos especiales con amigos y familiares en verano. Veamos cuáles son los elementos esenciales para amueblar y decorar una casa de playa de forma funcional y estéticamente agradable.
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Amueblar una casa de playa requiere atención al detalle y un toque de creatividad. Los espacios deben reflejar el entorno, el mar y el tipo de paisaje.
El mobiliario debe elegirse siguiendo una lógica básica que no suele cambiar, por lo que hay que prestar atención a los tres elementos siguientes:
Las paredes blancas son ideales para amplificar la luz natural y crear una sensación de espacio abierto. Los colores pastel o los tonos azules pueden utilizarse para dar un toque fresco y tranquilo a los detalles, o en algunas habitaciones.
Los muebles deben ser funcionales pero elegantes, preferiblemente de materiales naturales como la madera y el ratán, que resisten bien la humedad y el desgaste.
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Colores y motivos que recuerden la arena, el agua, la roca y el mundo marinero en general.
Los materiales adecuados pueden marcar la diferencia a la hora de amueblar una casa de playa. He aquí algunas ideas generales que conviene tener en cuenta:
La iluminación de una casa de playa debe ser sutil y natural, para dejar espacio a la luz del sol, que domina los días de verano. Pero la intensidad de la luz y los materiales de las lámparas dependen de la estancia y de la funcionalidad de un punto de luz.
He aquí, pues, cómo orientarse:
Hay otros elementos y soluciones de decoración que no pueden faltar en una casa de playa, a elegir en función del tipo de estancia, ambiente y paisaje. Veamos qué combinaciones elegir:
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Esencialidad y practicidad son fundamentales en la cocina. Una placa, un horno y un frigorífico son indispensables, mientras que un lavavajillas no es imprescindible, pero depende del espacio disponible.
Los muebles de madera y algunos ornamentos facilitan la limpieza y aportan un toque natural a la estética de una casa de playa.
El salón debe ser acogedor y funcional. Un sofá cama es perfecto para recibir a los amigos, mientras que los cojines de temática marina y los cuadros que recuerdan al mar pueden completar la decoración.
No se necesitan alfombras, pero sí un armario para objetos útiles y una mesa baja.
El dormitorio debe ser sencillo y funcional. Los muebles deben ser los mínimos posibles, mientras que para la iluminación puedes elegir entre farolillos o soluciones sofisticadas y estéticamente agradables para facilitar el sueño y «traer» el mar al dormitorio.
Para los niños o los invitados, las literas son la mejor solución para ahorrar espacio cuando la casa de playa no es muy grande.
Un gran espacio exterior es ideal para pasar veladas y momentos de relax en soledad o compartidos, respirando directamente el aroma del mar o divirtiéndose al aire libre. Por ello, no pueden faltar elementos como tumbonas, hamacas y sofás con mullidos cojines para relajarse.
Sombrillas y zonas de sombra bajo árboles y arbustos para comer al aire libre. Todo el mobiliario debe seleccionarse en materiales resistentes a la intemperie, el viento y la salinidad.
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Los detalles, los elementos decorativos, los tonos y los colores pueden marcar la diferencia y aportar carácter a una casa de playa. Puede ser una lámpara particular, un tejido bicolor en los sofás o utensilios de cocina tradicionales de la costa. Hay otros objetos más o menos fijos y opciones de estilo que no pueden faltar, como por ejemplo:
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