Colaboradora de Indomio.es/news
Vuelve la primavera y, como cada año, se reavivan las ganas de color. Tras el frío invierno, es normal sentir la necesidad de insuflar nueva vida al hogar.
Además de ordenar los armarios y la limpieza de primavera, muchas veces hace falta muy poco: flores, hierbas, colores pastel y motivos románticos.
Veamos cuáles son los colores de la primavera y cómo utilizarlos en el hogar.
Con la llegada de la primavera, es normal sentir el deseo de dar un nuevo aspecto al propio
hogar, sin duda más vivo y perfumado que en el periodo anterior.
La gran protagonista del periodo primaveral es la naturaleza, y esto se refleja también en los tonos y colores utilizados. Una de las opciones más habituales para decorar son los colores pastel: el rosa, el azul claro y el verde menta aportan un toque inconfundible de elegancia y frescura.
Tampoco hay que tener miedo a que no encajen en el estilo de cualquier hogar, porque los colores pastel combinan bien con todo.
No todos los colores son iguales: para una disposición más romántica y soñadora, tal vez viviendo en una casa provenzal, el rosa es definitivamente imprescindible en primavera.
Es perfecto para la decoración de la mesa, por ejemplo en forma de platos, tazas y cuencos, pero también para jarrones, cojines decorativos o mantas.
Si decides combinarlo con amarillo, dará serenidad y armonía a la habitación.
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Aunque en primavera se suelen evitar los colores demasiado vivos, nada impide intentarlo. Para una casa pop o vintage, puede estar bien utilizar tonos muy vivos, como el rojo y el morado. Intenta, en este caso, atenuarlo con colores más suaves.
Si, por el contrario, tenemos una casa minimalista y moderna con tonos neutros, podemos atrevernos con decoraciones más brillantes:
No tengas miedo de atreverte, porque el color brillante quedará suavizado por las líneas sencillas de los muebles.