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Responsable de comunicación en Indomio España
La Navidad se acerca y puede que estés pensando en optar este año por hacerte con un abeto de Navidad natural. Sin embargo, si quieres que tu árbol sobreviva más allá de la temporada navideña, es importante que atiendas a los cuidados necesarios para que se mantenga año tras año. A continuación te contamos los puntos básicos sobre la temperatura, la iluminación o el riego para que tu árbol luzca perfecto.
Para que tu abeto de Navidad natural se conserve, es muy importante elegir un ejemplar sano. Para reconocerlo, debes de revisar que todas sus agujas (sus «hojas») estén verdes. Si se presentan marrones, es indicio de que no está del todo sano y probablemente se ha regado de más. Prueba también a acercar la nariz y reconocer su aroma, pues si percibes su olor característico significa que el árbol está sano.
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Una vez lo lleves a casa y durante las fiestas, debes de escoger bien el lugar como colocarlo. Evita a toda costa ponerlo junto a un radiador o cualquier otra fuente de calor directa. En este sentido, es importante que escojas bien las luces del árbol, que deberán de ser luces LED que no se calienten. Si, además, puedes moderar la temperatura de la calefacción en la estancia en que se encuentra el árbol, este te lo agradecerá.
Por otro lado, sí que es interesante colocar tu árbol cerca de una ventana: en invierno será la zona más fresca y, además, recibirá la tan preciada luz natural.
Mientras el abeto esté en casa, es importante mantener la humedad, por ejemplo con un pulverizador que utilices de vez en cuando en la zona en la que se encuentra. También es importante que el sustrato esté húmedo pero sin encharcarse. Si colocas un plato debajo para no manchar el suelo, asegúrate de vaciarlo unos minutos después del riego.
Si te has decantado por un abeto de Navidad natural probablemente quieras llenarlo de adornos, pero aquí también hay que tener cuidado. Aunque la idea sea tentadora, es recomendable que seas moderado y, sobre todo, escojas adornos de poco peso, que no doblen o estropeen sus ramas.
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Además, las bolas de navidad que se cuelgan con pequeños hilos deben de colocarse con mimo para no hacer daño a las yemas de las ramas ni a sus agujas y, si sueles colocar una estrella o adorno grande en la parte superior, tendrás que encontrar una con muy poco peso o prescindir de esta, pues la cumbre del árbol es una parte delicada.
Para conservar tu abeto de Navidad natural, puedes plantarlo en el suelo si tienes un jardín, pero ten en cuenta que es un árbol con raíces muy profundas. También puedes trasplantarlo a una maceta algo más grande y volver a adornarlo el año siguiente. En cualquier caso, intenta que el abeto no sufra un cambio drástico de temperatura, tal vez eligiendo días más templados del invierno antes de sacarlo a la calle. Si en casa tienes la calefacción encendida y fuera está helando, puede que el abeto sufra daños.
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