Colaboradora de Indomio.es/news
El brezo es una planta muy especial, considerada mágica y un amuleto de la buena suerte.
Descubre cómo cultivar el brezo y sus densas y hermosas flores en tonos blancos, rosas y morados o rojos.
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La Erica pertenece a la familia de las Ericáceas, es una planta ornamental y suele denominarse brezo. Las especies más comunes son Erica carnea y Erica gracilis, pero existen más de 700 especies.
Tiene flores pequeñas en forma de campana, generalmente:
El follaje, por su parte, es de color verde oscuro.
Con su inconfundible encanto, la Erica es una planta perenne que ofrece una fascinante floración invernal y primaveral, lo que la convierte en una opción ideal para dar color al jardín incluso durante las estaciones más frías.
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El brezo prospera en climas templados y prefiere la exposición al sol o a media sombra.
Las especies más resistentes también pueden tolerar el frío y las bajas temperaturas invernales, así que elija la especie que mejor se adapte al clima y las condiciones de su jardín.
El suelo ideal para el brezo es bien drenado y ácido. Puede añadir turba o compost para mejorar la estructura y acidez del suelo.
El brezo aprecia un suelo constantemente húmedo, pero no excesivamente mojado.
Debe evitarse el agua estancada, ya que podría dañar las raíces. Durante el periodo vegetativo de primavera y otoño, se recomienda un abonado ligero con un fertilizante específico para plantas acidófilas.
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Después de la floración, se pueden podar las puntas de las ramas para mantener una forma compacta y, al mismo tiempo, favorecer la aparición de nuevos brotes.
Plante el brezo en primavera u otoño, asegurándose de que las raíces queden bien cubiertas.
Riegue generosamente la planta después de plantarla y controle la humedad del suelo durante los primeros días. Después, ajuste el riego según las necesidades de la planta.