Colaboradora de Indomio.es/news
La Grevillea, conocida como la «flor araña», es un arbusto de hoja perenne conocido por su belleza y adaptabilidad. Originaria de Australia, esta encantadora planta se ha hecho popular en todo el mundo por sus vistosas flores y su follaje decorativo.
En este artículo estudiaremos cómo cultivar la Grevillea, cuándo y cómo podarla para garantizar un crecimiento sano y una floración abundante.
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Entre ellas:
Especie que prospera en climas templados y decora los jardines mediterráneos costeros. Su porte es arbustivo y elegante.
Con los años, algunos ejemplares pueden alcanzar una altura de 10 metros y una anchura de 5 metros.
Se trata de una variedad que puede alcanzar los 30 metros de altura en condiciones óptimas. Esta especie es especialmente apreciada por la belleza de sus hojas, que tienen formas muy variadas.
En Sri Lanka, en particular, la Grevillea robusta se utiliza como planta de sombra en las plantaciones de té, mientras que en las regiones de clima templado se cultiva principalmente con fines ornamentales. También es frecuente encontrarla a lo largo de la Riviera de Liguria.
Esta variedad se distingue por su porte compacto. Sus pequeñas hojas, densamente dispuestas en las ramitas, son rígidas y dan a la planta un aspecto característico.
La superficie de las hojas tiene una especie de «pelusa», de ahí el nombre de la variedad: Wolly Grevillea (de «lana»). Las flores de esta variedad son típicamente rojas o rosáceas, a menudo caracterizadas por fascinantes contrastes entre rojo y crema, o verde y crema.
Tiene hojas parecidas a las del enebro y flores rojas o rosadas. Adopta la forma de un arbusto compacto que alcanza una altura máxima de unos 2 metros.
Tiene hojas finas y puntiagudas que recuerdan al romero (de ahí su nombre).
Esta planta puede alcanzar una altura máxima de unos 2 metros y produce flores que van del rojo al rosa intenso en bonitos racimos.
Esta especie se caracteriza por sus hojas muy largas en forma de aguja, que recuerdan a las hojas de los pinos marítimos.
Esta planta se adapta especialmente a los climas cálidos y soleados, donde puede prosperar plenamente.
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Los orígenes de la Grevillea permiten comprender claramente sus exigencias climáticas, tanto cuando se cultiva en maceta como en el suelo. Esta planta prefiere un suelo seco y un clima seco con inviernos suaves.
No es muy resistente a las heladas, por encima de -5° sufre heladas. En cuanto a la exposición, prefiere los lugares soleados. La Grevillea puede cultivarse tanto en el jardín como en macetas.
Es importante abonarla mensualmente con abono rico en fósforo y reducir los riegos durante el invierno, mientras que en el período de primavera/verano los riegos deben ser frecuentes, en cualquier caso cuando el suelo esté seco. Para el cultivo en macetas, es aconsejable utilizar un suelo para plantas acidófilas y garantizar un buen drenaje.
Las macetas de terracota son especialmente adecuadas porque permiten que la tierra respire mejor. El trasplante debe hacerse todos los años a principios de primavera.
En cuanto al cultivo en el suelo, el momento ideal para plantar la planta es en primavera, cuando las temperaturas superan los 10°C y permiten a la planta prepararse para la producción de nuevas flores y hojas.
La poda de la Grevillea no suele ser necesaria, lo importante es eliminar las ramas rotas o fuera de forma. En cualquier caso, el periodo óptimo para podar esta planta perenne es en otoño.
A la hora de podar, es importante no excederse en el aclareo de la planta: basta con podar y eliminar las ramas secas para estimular el crecimiento de nuevo follaje.
Precaución: las hojas de algunas especies de Grevillea pueden provocar dermatitis de contacto, por lo que es aconsejable utilizar guantes antes de podar para tomar todas las precauciones necesarias.