Responsable de comunicación en Indomio España
El hábito de dejar los electrodomésticos en modo stand-by es común en muchos hogares, pero a menudo se subestima el impacto que esta práctica tiene en el consumo de energía y, en consecuencia, en las facturas. Apagar completamente los aparatos electrónicos puede, de hecho, representar una ganancia significativa a largo plazo. Averigüemos, pues, cuánto puedes ahorrar si no dejas los aparatos en este modo.
Antes de entrar en el consumo energético de los electrodomésticos en stand-by, conviene saber qué se entiende por este modo. La expresión se refiere a la fase en la que un aparato no está en funcionamiento, pero está listo para volver a encenderse en cualquier momento. Es una especie de «reposo activo«, que permite al aparato reanudar rápidamente sus funciones sin tener que reiniciarlo por completo. Casi todos los electrodomésticos tienen esta función, desde los televisores a los ordenadores, desde los descodificadores a las videoconsolas, pasando por los teléfonos móviles, las lavadoras, las secadoras, los hornos microondas, las freidoras de aire y los aparatos de aire acondicionado.
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Aunque menor que en funcionamiento normal, los electrodomésticos en modo de espera siguen teniendo un consumo de energía continuo. Para muchos aparatos, el consumo en modo de espera varía entre 1 y 5 vatios por aparato. A primera vista, parece un consumo mínimo, pero multiplicado por el número de aparatos de la casa y el tiempo que permanecen sin usar, puede llegar a ser significativo. El botón del mando a distancia no basta para apagarlos de verdad: hay que actuar sobre los interruptores externos para desconectarlos completamente de la red.
En general, el «consumo fantasma» (que varía en función del número de aparatos de la casa) representa el 8% de la factura, aproximadamente más de 200 kilovatios hora al año, es decir, unos 65 euros en total. El tamaño del aparato es irrelevante: un televisor pequeño consume exactamente lo mismo en stand-by que uno grande (en un año unos 9 kWh); una caldera completamente apagada ahorra 1 kWh; un cargador de smartphone dejado en el enchufe puede consumir hasta 7 kWh en un año, mientras que los aparatos de aire acondicionado consumen una media de 12 kWh al año. El electrodoméstico que más consume en modo de espera es el microondas, que consume hasta 3,6 W y alcanza los 31 kWh en un año (más de 10 euros).
No faltan normativas sobre el diseño ecológico de los electrodomésticos. En 2023, la Comisión Europea pidió a los fabricantes que adoptaran una serie de medidas para el diseño de electrodomésticos, estipulando que a partir del próximo mayo de 2025 el consumo de energía de los aparatos apagados no debe superar los 0,5 W (valor que se reducirá a 0,3 W en 2027), mientras que el de los aparatos en modo stand-by debe mantenerse dentro de los 0,8 W (para las secadoras el valor es de 1 W).
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En un momento en el que cada vez se presta más atención al ahorro de energía, apagar los aparatos en lugar de dejarlos en modo de espera es una elección inteligente: con un solo gesto ahorrarás en la factura de la luz y reducirás tu impacto ambiental.