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Colaboradora de Indomio.es/news
El ciclamen es una planta ideal para el invierno, que con los cuidados adecuados puede prolongar su floración hasta cuatro meses. Para disfrutar de sus flores, es importante mantenerlo en una temperatura fresca, con buena luminosidad pero sin sol directo. Además, hay que cuidar el riego y el abono y retirar con cuidado las flores marchitas. A continuación te contamos todos los detalles para cuidar el ciclamen en casa y tener una planta sana y bonita.
El ciclamen es una planta tuberosa de la familia de las primuláceas, originaria de las regiones mediterráneas orientales. Ideal tanto para interior como para exterior (si se protege de lluvias y heladas), florece en otoño e invierno. Requiere luz abundante, temperaturas frescas (13-15ºC) y riego moderado. Su belleza y resistencia lo convierten en una excelente opción decorativa.
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El riego del ciclamen en maceta debe ser moderado para evitar daños en el bulbo y el tallo, ya que un exceso de agua puede provocar la pudrición de las raíces. Es recomendable rociar la planta con agua varias veces por semana, asegurando una humedad adecuada que mantenga la frescura de sus flores.
Además, se puede contemplar la técnica de riego por inmersión, que consiste en sumergir la maceta en un recipiente con agua durante aproximadamente un cuarto de hora. De esta manera, el ciclamen podrá absorber la cantidad de agua que necesite, favoreciendo una adecuada hidratación sin provocar encharcamientos. Evitar el exceso de agua es clave para conservar esta planta en óptimas condiciones y prolongar su floración. Con un riego adecuado, tu ciclamen podrá lucir espléndido y florecer durante más tiempo, brindando color y alegría a tu espacio.
Para cuidar el ciclamen tanto en interior como en exterior, es crucial tener en cuenta sus necesidades de luz y riego. En interiores, ubícalo en un sitio luminoso, como una ventana orientada al norte, sin sol directo. En exteriores, los ciclámenes prefieren lugares sombreados con buen drenaje. Protege las macetas de la lluvia y vientos fuertes, riega con moderación y retira las flores marchitas para promover nuevos brotes.
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Un fertilizante mensual también ayudará a mantener la planta en su mejor estado. Cuidar ciclamen de forma adecuada garantizará su belleza y prolongará su floración.
La poda del ciclamen es fundamental para maximizar su floración y salud. La poda muerta consiste en la eliminación de las flores marchitas, así como la eliminación de hojas amarillas y enfermas, lo que mejora la ventilación y la entrada de luz. Al retirar las cabezas de las flores antes de que se conviertan en semillas, estimularás un período de floración más prolongado.
El trasplante del ciclamen es una tarea esencial para su crecimiento. El momento óptimo para realizarlo es principios y mediados de primavera, o de mediados a finales de otoño. Estas épocas permiten que las raíces se establezcan adecuadamente, minimizando el estrés del trasplante. Asegúrate de separarlas 15-20 cm para unos que florezcan y se desarrollen con éxito
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