Esta centenaria casa de estilo mallorquín, se encuentra en el tranquilo pueblo de Ruberts.
Los primeros registros de esta propiedad datan del S. XVIII.
En la planta baja, a la cual se accede por un tradicional batiport, encontramos un amplio salón, un baño completo con bañera esquinera y un comedor con moderna cocina anexa. También dispone de gran dormitorio con cristalera que actualmente se utiliza como oficina y aire acondicionado.
La planta superior se distribuye en un amplísimo dormitorio con vestidor y baño en suite con ducha y bañera, así como otro dormitorio doble con su propio aseo.
En los exteriores, la vivienda cuenta con un soleado jardín con porche, un amplio patio en el que se puede aparcar un coche, terraza con porche en la planta superior y varios trasteros.
La vivienda dispone de calefacción central de gasoil y dos chimeneas. Todas las ventanas son de doble cristal. Hay mucho elementos tradicionales que le aportan un encanto especial a la casa, como vigas vistas, techos altos, suelos de cerámica local e interruptores de porcelana.
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