Esta casa, situada en el municipio de Tacoronte, data del año 1700 y es una joya de la arquitectura canaria. Reformada totalmente en 1998, ha conservado su esencia, con predominio de madera, techos altos, tejado a dos aguas, y una decoración que combina tradición, elegancia y comodidad.
La vivienda se encuentra en un área rural y tranquila, pero al mismo tiempo cerca del área metropolitana. Tiene una superficie construida de 229 m2, encontrándose en una parcela de 2.650 m totales, y que incluye jardín, terrazas y terreno para cultivo.
La distribución es muy práctica, ya que la mayor parte se encuentra en una única planta. En esta primera planta encontramos un hall de acceso muy amplio, que nos conduce a una biblioteca, un dormitorio, un baño y una cocina abierta al salón comedor. Mediante una escalera de madera de tea, accedemos a la planta superior, de 82 metros cuadrados, con un baño con plato de ducha, una sala de estar, y dormitorio con un amplio armario empotrado.
Todas las estancias de la casa son exteriores, con ventanas de madera con tragaluz, techos de madera a dos aguas, con una altura de más de 3 metros, y anchas paredes de división, lo que permite regular la temperatura de la casa, siendo en verano muy fresca y cálida en invierno.
Desde la cocina, o desde el salón comedor, se accede a la terraza, y a continuación a una zona de ocio con una pérgola de madera, que tiene un estanque que recoge las aguas pluviales. También de ahí se accede al terreno de cultivo.
La propiedad no dispone de garaje o posibilidad de construir uno.