Esta insólita propiedad de principios del siglo XX fue construida a petición del embajador alemán como residencia personal en 1930. En la construcción se utilizaron materiales nobles como mármol, bronce, suelo hidráulico, cristales biselados y carpintería, tanto metálica como de madera haciendo gala del gran diseño y del uso de espacios; todo ello respetado y reintegrado actualmente de forma notable en la gran reforma integral llevada a cabo por la propiedad.
La distribución se desarrolla en tres plantas, con una cuarta planta de acceso a garaje con local independiente.
Accedemos a la propiedad a través de un doble portal con zaguán e imponente entrada que da paso al hall distribuidor. A la derecha un amplio despacho con frente de armario y almacenamiento seguido de un baño completo; a la izquierda un recibidor, una conveniente y discreta habitación, así como las bellas escaleras que dan acceso a la planta de noche.
El salón comedor dispone de una estufa de alto rendimiento y salida al generoso balcón. Dos cocinas, una de frío y otra caliente, con barra americana y galería sobre balcón completan este espacio separado por una preciosa columna funcional guiño del arquitecto a la construcción original.
La zona de noche en la planta superior se encuentra completamente protegida gracias a la puerta de seguridad acorazada. En dicha planta la habitación señorial consta de recibidor y salón con estufa de alto rendimiento, vestidor y sensacional baño completo; ambas estancias cuentan con acceso a balcón privativo con vistas; un cuarto de colada dedicado va a completar el ala sur. El distribuidor da acceso a un segundo salón con dos habitaciones a cada lado, un balcón y baño completo accesible desde uno de los dormitorios.
En la planta inferior se sitúa un tercer salón con una caprichosa chimenea abierta, gran comedor y baño completo. Una larga galería dispone la tercera cocina completamente dotada y una salita que da acceso a una coqueta habitación abuhardillada.
Accedemos a la guinda de la propiedad: la piscina y gran terraza de 150 m2 con barbacoa, comedor y sala de estar; todo cubierto y en total privacidad gracias a dos toldos gemelos motorizados de 5 m de anchura.
Unas escaleras dan acceso directo al garaje para dos plazas con puerta de alta calidad, con zona deportiva, almacén y local comercial independiente con baño completo.
Toda la vivienda tiene instaladas modernas ventanas premium importadas desde Alemania.
Una casa impresionante, que fusiona historia y modernismo, confort y seguridad, un perfecto equilibrio. Sobresale la calidad de los materiales empleados de gran durabilidad. En conjunto, es una residencia que no solo ofrece lujo, sino también una funcionalidad óptima para una vida moderna, con total privacidad y áreas que pueden adaptarse a diversas necesidades.
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