Centenaria casa de pueblo que conserva bonitos toques originales con estupendas cristaleras, marcos de puertas con detalles tallados de madera, vigas de madera vistas, así como hermosas y originales paredes de estuco. Con amplias estancias, techos altos, conservación de rasgos originales de las típicas casas menorquinas, habiendo sido reformada parcialmente, resulta una propiedad con alto potencial, puesto que actualmente se divide físicamente en dos unidades de viviendas que ambas están habilitadas para ser ocupadas inmediatamente y ofrecen al mismo tiempo la posibilidad de realizar una reforma de actualización manteniendo el estilo original. La vivienda se distribuye en planta baja con un pasillo que conecta con todas las estancias. A mano derecha nos encontramos con el primer dormitorio exterior. Éste tiene acceso a otro dormitorio interior y este mismo dormitorio interior tiene acceso a otro dormitorio interior. Al final del pasillo está el salón, la cocina independiente y el baño. Desde la cocina hay acceso a un pequeño patio. Y, con entrada independiente, la planta primera está distribuida en un gran recibidor, salón-comedor que conecta con una habitación interior, una cocina donde hay unas escaleras para subir a una azotea, un baño y otro amplio dormitorio exterior conectado con otra habitación interior y con acceso a unas escaleras hacia la segunda planta donde se encuentra otro dormitorio.