Es la casa más noble del pueblo, tanto por su arquitectura, como por su antigüedad. La portalada de grandes dovelas lleva la fecha de 1427 y también un escudo sencillo con una cruz patriarcal que sugiere que el edificio fuera inicialmente propiedad del arzobispo, señor feudal de Alforja. La planta principal de unos 5,50 m. de altura, conserva puertas y mobiliario antiguo de diversos estilos. En el interior hay una capilla con unas valiosas baldosas de tipo Manises del s. XVII y unas pinturas con una virgen y el donante. Según la tradición oral, dicen que se alojó una comunidad de monjas Ursulinas y que también fue hostal. Los actuales propietarios, la compraron en 1873.