Casa de pueblo de 120 años de antigüedad, con muchísimo encanto, en la codiciada zona de Los Damunts. Esta vivienda, que parece sacada de un cuento de hadas, consta de dos plantas y un patio, con una superficie total habitable de 150 m2, situada en una tranquila y pintoresca calle.
En la planta baja, encontramos un acogedor salón, un aseo, y una gran cocina con comedor adjunto equipada con una antigua cisterna de agua y chimenea, además del patio con puerta al exterior. La planta superior alberga tres habitaciones, un vestidor, un baño completo y un trastero.
La casa cuenta con aire acondicionado en la habitación principal y en la cocina. La estructura se basa en muros de 60 cm de espesor, y la fachada está revestida en piedra mallorquina, con una cubierta inclinada de teja árabe. La carpintería exterior incluye persianas mallorquinas tradicionales.
A pocos metros, encontramos un amplio aparcamiento público, proporcionando comodidad y accesibilidad.
Esta propiedad es una verdadera joya que combina el encanto histórico con las comodidades modernas, ideal para aquellos que buscan una vida tranquila en un entorno pintoresco.
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